FECHA
DESDE 12 Junio 2015 |
HASTA 24 Julio 2015 |
INAUGURACIÓN
12 Junio |
–
|
20:00 Horas |
CATEGORÍAS
ORGANIZAN
Palacio Quintanar
Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes
AVA CyL (Artistas Visuales Agrupados Castilla y León)
PALACIO QUINTANAR, el centro de innovación para el diseño y la cultura de la Junta de Castilla y León presenta la muestra «FOUR SEASONS ROOM», una exposición fotográfica de José María Marbán.
En esta muestra, el autor nos sitúa ante un universo paisajístico que nos abisma y nos inquieta a partes iguales. En un primer acercamiento su propuesta puede resultar incómoda, incluso desasosegante. Y esto no sólo sucede por su particular concepción del motivo –un paisaje fuertemente connotado y degradado–, sino también porque a través de él podemos vislumbrar un modo particular de entender el momento histórico que habitamos. En estas imágenes el autor nos somete a su personal punto de vista sobre el modelo tardocapitalista del que somos tanto protagonistas como víctimas. Adoptando el papel del merodeador, Marbán nos obliga a mirar una realidad reencuadrada, particularmente sesgada. Aquí el enfoque subjetivo que el autor utiliza resulta crucial para evidenciar tanto sus inquietudes estéticas como las que directamente conciernen a la producción de sentido.
No debemos dejarnos engañar por la fingida neutralidad que estas imágenes emanan. La aparente frialdad e imparcialidad del objetivo fotográfico (que captura detalles incluso invisibles a través de la experiencia directa sobre el terreno) resulta automáticamente soslayada por la mente del creador que interpreta la realidad para apropiársela, para dar su personal versión sobre ella. Nos situamos pues ante el paisaje escrutado por una lente quirúrgica y mecánica, es cierto, pero que no parece en absoluto inocente. Al contrario, esa realidad mediada por la cámara va a ser reinterpretada por Marbán en clave poética, matizada por un filtro de tintes nostálgicos, que nos habla inevitablemente de derrota, de distopía y de paraíso perdido.
En estos espacios aparentemente salvajes aparece de forma indeleble la huella constante del ser humano, bien mediante la presencia de enseres abandonados, de desperdicios que salpican los caminos o bien a causa de diversos elementos del mobiliario industrial que se erigen como rastros desvalidos de un tiempo ya ido, como monumentos de un pasado reciente o esculturas engullidas por la voracidad de una naturaleza que se obstina en abrirse camino y agrietar las propias fronteras entre lo que un día el ser humano se empeñó en separar de sí mismo, como algo extraño y ajeno.
José Gómez Isla